Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, aproximadamente el 14% de todas las lesiones cerebrales traumáticas son consecuencia de accidentes de tráfico. Una LCT puede ser de leve a grave.
Existen varios tipos diferentes de lesiones cerebrales y distintas formas de clasificarlas.
Una LCT primaria es un daño cerebral que se produce como consecuencia directa del traumatismo. Según el Model Systems Knowledge Translation Center, ejemplos de LCT primarias incluyen la lesión axonal difusa y el daño localizado en una parte concreta del cerebro. Una fractura de cráneo también puede dar lugar a una LCT primaria.
Una LCT secundaria se produce como consecuencia de la lesión primaria, normalmente a los pocos días de producirse. Por ejemplo, la inflamación del tejido cerebral puede causar un aumento de la presión dentro del cráneo, lo que puede cortar el oxígeno al cerebro y causar una lesión secundaria.
El objetivo del médico que trata a una persona con una LCT por accidente de tráfico es prevenir lesiones secundarias, ya que no hay forma de revertir una LCT primaria.
Una lesión craneal abierta es aquella que expone el cerebro al aire debido a la penetración de un objeto extraño en el cráneo y otras capas protectoras. Por ejemplo, si en un accidente de tráfico un objeto punzante penetrara en el cráneo, sería un ejemplo de traumatismo craneoencefálico abierto. En un traumatismo craneal cerrado no hay penetración del cráneo ni exposición del cerebro al aire libre.
Los traumatismos craneoencefálicos cerrados pueden ser tan graves como los abiertos. Que la lesión sea abierta o cerrada no influye en su gravedad.