Puede que su capacidad para oír sonidos con claridad sea algo que da por sentado. Sin embargo, desde su trabajo hasta sus aficiones, utiliza los oídos para prácticamente todo lo que hace. Si de repente no oye bien, es probable que su calidad de vida se resienta enormemente.
Los accidentes de coche a menudo dejan a los conductores y pasajeros de Lousiana con lesiones catastróficas y que cambian la vida. Mientras que usted puede esperar sufrir cortes, contusiones y huesos rotos en un accidente, también puede ser vulnerable a una variedad de discapacidades auditivas asociadas.
El acúfeno es el término médico para referirse a los zumbidos en los oídos. Si padece acúfenos, también puede oír zumbidos casi constantes e irritantes. Según un estudio médico reciente, latigazo cervical asociado a un accidente puede ser la causa de acúfenos relacionados con accidentes. Por lo tanto, si su cuello se sacude violentamente en un accidente, puede merecer la pena que un médico le revise la audición.
Si se golpea la cabeza en un accidente de tráfico, puede dañarse la parte del cerebro que controla la audición. Una lesión cerebral traumática interfiere en el funcionamiento del cerebro, lo que puede provocar una pérdida de audición parcial o total. Lamentablemente, este tipo de pérdida de audición puede ser permanente.
En cualquier accidente de tráfico grave, sus oídos son vulnerables a las lesiones. Si se dañan las partes externas del oído, es posible que éste no capte bien las ondas sonoras. Del mismo modo, si se dañan los diminutos pelos y huesos del interior del oído, puede resultar difícil oír con claridad. Lo mismo ocurre si se lesiona el tímpano.
En última instancia, dado que recibir el tratamiento adecuado para una lesión relacionada con la audición puede resultar caro, puede ser necesario responsabilizar económicamente al otro conductor.