De los muchos tipos de conductas de distracción peligrosas que existen, enviar mensajes de texto mientras se conduce suele tener fama de ser una de las más arriesgadas. Pero, ¿de dónde viene esta reputación? ¿Y es merecida?
Por desgracia, en el caso de esta última pregunta, muchos estudios apuntan a una respuesta: sí.
SafeWise analiza algunas de las muchas desventajas y peligros de enviar mensajes de texto mientras se conduce. En primer lugar, las distracciones al volante aumentarán en gravedad y resultados potencialmente arriesgados (o letales) en función de la intensidad de la propia distracción. Por ejemplo, juguetear con la radio del coche es una distracción, pero relativamente leve. Muchos conductores cambian de emisora de música sin correr el riesgo de chocar con otro vehículo.
Sin embargo, los mensajes de texto distraen al conductor de las tres formas principales de distracción. Esto incluye distracciones físicas, mentales y visuales. Físicamente, a menos que se utilice un dispositivo de manos libres, los mensajes de texto requieren el uso de una o ambas manos. Esto significa que las manos no están en el volante durante algún tiempo.
Visualmente, a menos que se utilicen comandos de voz, la persona que envía mensajes de texto debe mirar a la pantalla cuando los lee o envía. De este modo, desvía la vista de la carretera. Por último, los mensajes de texto distraen al conductor de la conducción. Esta es la única forma de distracción que la tecnología no puede combatir.
Debido a esta triple amenaza, muchos incidentes relacionados con el envío de mensajes de texto se traducen en accidentes con un alto índice de heridos e incluso muertos. Por eso muchas campañas de seguridad se centran específicamente en el envío de mensajes de texto mientras se conduce, tratando de difundir por qué es tan perjudicial.