Los conductores toman cientos de decisiones cada vez que se ponen al volante. La mayoría de ellas son buenas elecciones o, al menos, decisiones que no tienen consecuencias negativas.
Sin embargo, basta una mala elección entre todos esos cientos de opciones para que provoquen un accidente de tráfico. Si compartes la carretera con ellos, eso te pone en peligro. Aquí tienes algunos de los errores más comunes que hacen:
- Seguir conduciendo incluso cuando el tiempo es tan malo que nadie debería estar en la carretera.
- Realizar mal los giros a la izquierda, como girar cuando no hay espacio suficiente o detenerse en mitad del giro y bloquear el carril.
- Hacer fotos, enviar mensajes de texto o utilizar su smartphone de cualquier forma mientras conducen.
- Pasarse una señal de stop en lugar de parar de verdad.
- Conducir de forma agresiva y rápida, lo que deja poco margen para el error
- Comer mientras conducen en un esfuerzo por ahorrar tiempo.
- Utilizar las mismas carreteras tan a menudo que aburren y el conductor se vuelve complaciente.
- Conducir después de haber bebido cualquier cantidad de alcohol.
- No detenerse ante las señales de ceda el paso, a pesar de que se supone que deben hacerlo cuando hay otros coches presentes.
- No juzgar bien dónde están colocados los demás coches, a qué velocidad van y cosas por el estilo.
- Conducir cuando están demasiado cansados para estar al volante.
- Adelantar agresivamente sólo porque quieren ir más rápido.
- No aprender a utilizar los retrovisores o no comprobar los ángulos muertos.
Si alguien comete uno de estos errores y usted resulta lesionado, puede merecer indemnización por sus gastos médicos y costes conexos.