¿Has visto alguna vez un coche circulando en sentido contrario por la autopista? Es una visión aterradora, incluso si no está en tu carril cuando ocurre. Sabes al instante que algo va muy mal y que muchas personas corren un peligro considerable.
Pero, ¿por qué ocurre? Los sistemas de carreteras, especialmente en las interestatales, hacen que sea muy obvio en qué dirección se debe conducir. Además, el resto del tráfico lo hace igual de obvio incluso cuando alguien se incorpora a la carretera en sentido contrario. Es un error que no debería ocurrir, un tipo de accidente que nadie debería sufrir.
Pero le ocurre a cientos de personas cada año. Y hay casos de conductores que simplemente se confunden en carreteras desconocidas. También los hay que conducen en dirección contraria intencionadamente, quizá por saltarse una salida.
Pero, en la mayoría de los casos, la causa es la misma: el alcohol. Según la Centro de Investigación Pew, En torno al 60% de estos accidentes están relacionados con la intoxicación por parte de los conductores que circulan en sentido contrario.
Tiene sentido. Los conductores pueden estar tan borrachos que no recuerdan haber conducido al día siguiente, aunque no hayan tenido un accidente. Pueden cometer errores que nunca cometerían sobrios. Creemos que es obvio en qué dirección hay que conducir, y lo es, pero una persona ebria no siempre capta ni siquiera las instrucciones más obvias. Bastan unos segundos de confusión para que un error de este tipo provoque un accidente.
Si se lesiona en un accidente, asegúrese de saber cómo solicitar una indemnización.