La somnolencia puede afectar a cualquier conductor, independientemente de su edad, nivel de cualificación, experiencia, ocupación o tipo de vehículo. Esto significa que incluso -o quizá especialmente- los camioneros profesionales acaban afectados.
Sin embargo, los niveles de peligro relacionados con la conducción somnolienta pueden cambiar, y de hecho cambian, en función de varios factores. Y en función de dichos factores, los camioneros pueden resultar los más peligrosos de todos.
Los CDC hablan de la somnolencia al volante. En términos generales, la somnolencia sirve de peligro porque puede desviar por completo la atención del conductor de lo que le rodea. Incluso si sólo entra en un microsueño, que puede durar entre 1 y 3 segundos, este tiempo de distracción puede resultar desastroso en la carretera.
Los camioneros resultan aún más peligrosos por múltiples razones. Primero: el tamaño y el peso de sus vehículos. Un camión, especialmente los de 18 ruedas, suele pesar hasta 20 veces más que una furgoneta de uso personal. Además, ocupan aproximadamente cuatro veces más espacio que una furgoneta en el carril.
En resumen, si un camión se ve implicado en un accidente, puede llevarse por delante fácilmente varios carriles de tráfico y muchos otros coches. Debido a la gran diferencia de tamaño, pueden causar mucho daño a las personas en esos vehículos, también. Muchos accidentes entre vehículos de pasajeros y camiones de 18 ruedas resultan en lesiones graves, catastróficas o mortales.
La cultura camionera tampoco ayuda mucho a frenar este problema. Muchos camioneros creen que pueden conducir a pesar del agotamiento aunque los consejos y trucos para mantenerse despierto no funcionen realmente. Incluso las empresas incentivan el comportamiento peligroso pagando más a los camioneros que hacen más entregas al día. En resumen, es una receta para el desastre en todos los sentidos que puede acabar robando la vida a la gente.