Todo el mundo sabe que conducir ebrio es frecuente y peligroso. Pero, ¿hasta qué punto es grave el problema? Es peor de lo que mucha gente cree.
La verdad es que 29 personas mueren cada día de media en accidentes por conducir bajo los efectos del alcohol. Estas muertes se producen en todo Estados Unidos. Si lo quieres ver de otra manera, es una muerte cada 50 minutos.
¿Quieres saber cómo es este problema? Basta con que mires el reloj, cuentes la hora que falta y pienses que se ha perdido otra vida. Otra familia más se ha visto afectada. Otro accidente mortal que podría haberse evitado fácilmente.
Nadie se sube al coche pensando que va a tener un accidente con un conductor ebrio. Siempre se piensa que es algo que le va a pasar a otra persona. Pero pensar así sólo hace que los riesgos parezcan menos reales de lo que realmente son. Aunque conduzcas siempre sobrio, tienes que saber con quién compartes la carretera.
Además, estas desalentadoras estadísticas sólo se aplican a los accidentes mortales. Por cada muerte, hay numerosas colisiones que no provocan víctimas mortales, pero que llevan a la gente al hospital con fracturas óseas, quemaduras, traumatismos craneoencefálicos, hemorragias internas y todo tipo de dolencias graves.
Si le atropella un conductor ebrio, es posible que tenga que hacer frente a facturas médicas y salarios perdidos cada vez mayores. Debe saber exactamente opciones que tiene para reclamar una indemnización por estas pérdidas y cómo puede presentar una reclamación.